La industria de la construcción en Baja California enfrenta una desaceleración crítica. Decenas de empresas anticipan su cierre al finalizar el año debido a la disminución de ingresos y la casi nula ejecución de obra pública en la región.
Francisco Javier Carrillo, presidente estatal de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), advirtió que más de la mitad de las constructoras están inactivas o con operación mínima. Afirmó que el principal factor es la ausencia de contratos estatales, lo que ha generado desempleo, suspensión de proyectos y una reducción drástica de liquidez.
Sin obra pública y con pagos detenidos
Durante el segundo semestre de 2025 no se han liberado nuevas licitaciones significativas. Además, las empresas con proyectos vigentes enfrentan pagos retrasados por parte de instituciones gubernamentales. Esta combinación ha generado un ambiente de incertidumbre que impacta tanto a contratistas como a proveedores y trabajadores.
Por otro lado, los pagos retrasados por parte de instituciones gubernamentales agravan aún más la crisis. Los empresarios señalan que, en múltiples casos, los recursos prometidos para proyectos en ejecución no han sido liberados en tiempo y forma, generando cuellos de botella financieros y una cadena de impagos que impacta a proveedores y trabajadores.
Por temor a nuevos impagos, varias constructoras han decidido no participar en futuras convocatorias. Esta tendencia podría agravar la contracción del sector en los próximos meses, afectando la cadena productiva local.
Hasta septiembre de 2025, solo el 18% de las empresas afiliadas a la CMIC en Baja California cuentan con contratos activos, el nivel más bajo en al menos una década.
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