La estrategia corporativa en América Latina vuelve a girar hacia la resiliencia. A medida que se aproxima un ciclo económico más desafiante, los principales riesgos para las empresas de la región en 2026 apuntan a un entorno político fragmentado, presión regulatoria y tensiones geopolíticas crecientes. En mercados clave como México, Brasil, Colombia y Argentina, las compañías deben adaptar sus planes con mayor velocidad y flexibilidad.
De acuerdo con el estudio “Perspectivas para América Latina 2026” elaborado por Control Risks, cinco amenazas emergen como prioritarias: la polarización política, la falta de financiamiento, el crimen organizado, los ciberataques y los cambios regulatorios inesperados. Estas preocupaciones responden tanto a factores internos como a la influencia de conflictos globales y ajustes macroeconómicos.
Empresas de Latinoamérica enfrentan riesgos cada vez más interconectados
En México, la sucesión presidencial y los cambios legislativos podrían alterar el rumbo de sectores clave como energía y manufactura. Mientras tanto, en Argentina y Colombia, el acceso limitado al crédito y la incertidumbre regulatoria impactan directamente en la inversión extranjera directa.
El estudio advierte que los ciberataques se han vuelto más sofisticados, afectando incluso a empresas medianas que no contaban con protocolos de respuesta. Además, se ha identificado un aumento en el involucramiento de grupos criminales en sectores económicos legales, especialmente en logística, construcción y agroindustria.
La dificultad de anticipar los cambios regulatorios también representa un obstáculo relevante. En este contexto, las empresas deben fortalecer sus capacidades de análisis de riesgo político, compliance y seguridad digital.
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