El recorrido empresarial de la familia Lapscher en Argentina comenzó con un pequeño hotel administrado de forma familiar. Con los años, ese primer paso evolucionó hacia una red de hoteles que hoy da trabajo a más de 300 personas y genera un impacto económico directo en Salta, Tucumán y Buenos Aires.
La historia se remonta a mediados de los años 80, cuando Luis Lapscher y su esposa, inmigrantes con formación en hotelería, adquirieron el Hotel Salta. En ese momento tenía solo 50 habitaciones, pero lograron convertirlo en un emblema turístico regional. Esta adquisición fue el primer eslabón de un modelo de expansión basado en profesionalización, mejora operativa y fuerte vínculo con las comunidades locales.
Hoteles familiares como generadores de empleo estable
La cadena, hoy integrada bajo el nombre Lapscher Hoteles, opera con una estrategia de inversión a largo plazo. Uno de los aspectos más destacados es su política de reinversión en infraestructura, capacitación y experiencia del huésped, lo que le permitió competir con cadenas internacionales sin perder su identidad regional.
Además de su operación comercial, el grupo mantiene una política activa de empleabilidad: alrededor del 90% de sus empleados son residentes de las ciudades donde operan. En el caso de Salta, donde se ubica su hotel insignia, más del 60% del personal lleva una década o más en la empresa.
Impacto territorial de los hoteles familiares en Argentina
Otro rasgo distintivo ha sido su capacidad para generar encadenamientos productivos: trabajan con proveedores locales, diseñan experiencias con guías turísticos independientes y promueven productos artesanales en sus instalaciones.
Con más de 40 años de trayectoria, Lapscher Hoteles ahora planea una nueva apertura en Córdoba antes de que termine 2025.
