La tarjeta de crédito Trump Gold Card en Estados Unidos atraviesa dificultades tras no cumplir con las expectativas de mercado, obligando a reducir significativamente su costo inicial.
El producto, lanzado como una propuesta exclusiva de alto nivel, fue presentado con una tarifa anual de 495 dólares. Sin embargo, ante la baja respuesta del público, los promotores decidieron rebajar el precio a 195 dólares con la intención de atraer a más usuarios. Además, la medida busca reposicionar la tarjeta en un segmento financiero saturado y competitivo.
Tarjeta Trump Gold Card y su desempeño en el mercado
La oferta estaba dirigida a un público interesado en beneficios premium y cercanía con la marca Trump. No obstante, los resultados han sido inferiores a lo esperado. En consecuencia, analistas consideran que la estrategia inicial sobreestimó el valor aspiracional del producto frente a la percepción de los consumidores.
Asimismo, el ajuste refleja la complejidad que enfrentan las instituciones financieras para posicionar nuevos instrumentos de crédito. Del mismo modo, pone en evidencia que incluso nombres asociados a fuerte presencia mediática no garantizan éxito inmediato en productos financieros.
Un mercado financiero en transformación
Los cambios aplicados buscan reactivar el interés y ofrecer mayor accesibilidad. Por otro lado, especialistas destacan que la competencia con otras tarjetas premium, respaldadas por bancos de larga trayectoria, representa un desafío adicional.
Datos de la Reserva Federal muestran que el número de tarjetas de crédito activas en Estados Unidos superó los 550 millones en 2024, lo que confirma la alta competencia en este mercado.