El debate sobre el futuro energético del Perú entra en una nueva etapa con la posibilidad de incorporar energía nuclear a la matriz eléctrica nacional. Las autoridades analizan esta alternativa como respuesta al déficit proyectado de electricidad, pese a los altos costos y extensos plazos que implica su implementación.
El Ministerio de Energía y Minas (Minem) informó que el país enfrenta un aumento sostenido de la demanda eléctrica, impulsada por el crecimiento poblacional y la expansión industrial. Este escenario obliga a explorar fuentes de generación capaces de asegurar estabilidad y confiabilidad en el suministro, especialmente en regiones con limitada infraestructura.
Energía nuclear como opción estratégica
El uso de energía nuclear aparece como una propuesta estratégica para diversificar la matriz y reducir la dependencia de las centrales hidroeléctricas y térmicas. Sin embargo, el desafío radica en los costos iniciales, que superan ampliamente a otras tecnologías de generación. Además, la construcción de una central nuclear puede tardar entre 10 y 15 años, lo que exige una planificación de largo plazo.
Expertos del sector advierten que el financiamiento sería uno de los mayores obstáculos. La experiencia internacional muestra que este tipo de proyectos requiere acuerdos bilaterales, marcos regulatorios robustos y una política energética estable. No obstante, la energía nuclear ofrece la ventaja de garantizar suministro continuo con bajas emisiones de carbono, aspecto relevante frente a los compromisos ambientales asumidos por el Perú.
Por otro lado, el país ya cuenta con infraestructura de investigación nuclear a través del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), lo que podría facilitar la transferencia tecnológica y el desarrollo de capacidades locales.