El giro estratégico que vive Estados Unidos en infraestructura energética toma un nuevo matiz con la decisión de Boom Supersonic de comercializar su turbina Superpower como planta de generación estacionaria. La empresa confirmó un acuerdo con Crusoe, que opera centros de datos en el país, para adquirir 29 unidades y destinarlas a proyectos de capacidad eléctrica avanzada.
Además, Boom informó que las primeras entregas iniciarán en 2027 y que construirá una nueva planta de producción cuya ubicación se dará a conocer el próximo año. De igual manera, la compañía anunció que levantó 300 millones de dólares en una ronda encabezada por Darsana Capital Partners para acelerar esta estrategia industrial.
Expansión tecnológica de Boom Supersonic en el mercado energético
Crusoe pagará 1,033 dólares por kilovatio, cifra elevada frente a turbinas aeroderivadas típicas, lo que refleja un enfoque orientado a soluciones personalizadas. También recibirá turbinas, generadores y mantenimiento, mientras que deberá cubrir instalaciones y controles ambientales. Asimismo, Boom destacó que Superpower comparte 80 por ciento de componentes con el motor Symphony que desarrolla para aeronaves, lo que permite eficiencias relevantes en costos.
Un modelo de negocio que apunta a financiar desarrollos supersónicos
Boom informó que el margen de estas ventas apoyará el avance del avión Overture. Por otro lado, la empresa proyecta fabricar 1 gigavatio anual en 2028, 2 gigavatios en 2029 y 4 gigavatios en 2030, una meta que implicaría un aumento notable en la disponibilidad de turbinas para generadores industriales. La compañía también prepara una actualización para convertir sus equipos a ciclos combinados.
El precio estimado de un proyecto completo que integre estas turbinas podría superar 2,000 dólares por kilovatio, nivel asociado a desarrollos de la próxima década.
